
Se acerca la Navidad y aquí es difícil caer en la cuenta, porque ni hace más frío, ni los días se acortan, ni las comidas se convierten en banquetes, ni los puestos en las calles del campo de desplazados de Kiwanja (ver foto 1) se llenan de luces de escaparate... Sólo la subida de precios de todos los alimentos, no sólo del cordero y la merluza (ausentes en estas tierras) sino sobretodo de los más básicos (como los tomates a 1$ el montoncito de la foto 2) recuerda exteriormente a nuestra "navidad" europea. Pero no suben por las "fechas" sino por el peaje que deben pasar los camiones que abastecen la ciudad de Goma al atravesar las "neo-fronteras"
instauradas por el CNDP a principios de noviembre.

Pero la Navidad se acerca, sí, Dios se encarna en medio de las dificultades y de la violencia. Las lecturas de Adviento nos preparan a acoger el mejor don que Dios nos puede hacer: Él mismo, su presencia en medio de nuestro mundo y compartiendo nuestras pobrezas. Y por si no escuchamos estas lecturas de los profetas, podemos encontrar también algunos acontecimientos y personas que nos recuerdan que Dios viene a compartir nuestras penas y a potenciar nuestras fuerzas. Como un puñadito de velas en medio de la oscuridad os presento algunos de estos "advientecimientos":
Un primer acontecimiento de adviento fue la sesión de formación para los inspectores de educación del territorio de Rutshuru. Mientras que los alumnos todavía no habían vuelto a ocupar y aprovechar las escuelas, 26 inspectores talluditos (ver fotos 3 y 4) se sentaron a aprender como enseñar y transmitir valores en los centros educativos que supervisan. Fueron 4 días de esperanza pues, aunque son muy conscientes de las inmensas dificultades que tienen por delante, no dejan de luchar porque cada vez más niños puedan ir a la escuela en el territorio, y cada vez más escuelas sean un lugar donde se aprende, a leer, escribir, sumar, restar, y también a pensar y a comprometerse con una sociedad donde se pueda convivir en paz... Con nuestro lema de educación ignaciana, se trata de educar "hombres y mujeres para los demás" Esto es casi igual de difícil en medio de una sociedad consumista y superficial que en medio de la pobreza y la guerra. Pero algunos podéis recordar ese cuento de "tirar piedras a la luna"...


Un segundo signo de espereranza es ver algunas escuelas en las que ya casi están el 80% de los niños estudiando. Hemos podido distribuir kits de cuadernos y bolis para 1.600 alumnos en 11 escuelas "accesibles" 7 de las "nuestras"

Otro advientecimiento memorable ha sido la finalización de la primera letrina (¡sí, terminada del todo y llaves entregadas!) .

El cuarto advientecimiento tiene nombre propio: Rissiki y su abuela Alivera.



Y para acabar el puñadito de advientecimientos, también hay signos de esperanza más allá de Rutshuru. En Bukavu, donde estuve el viernes y sábado pasado, en la plaza principal se alza una foto de Monseñor Muzihriwa, Obispo jesuita asesinado en el 96 cuando las tropas de Rwanda ocuparon la ciudad y él denunció publicamente el comienzo del "genocidio congolés" (ver foto 10).

Pero, por desgracia, no todo son buenas noticias. También hay mucho "Herodes" suelto que hace sus barrabasadas y otras noticias menos alegres (sintetizadas en la foto 11 de un camión abandonado de la MONUC en Ntamugenga, tras los enfrentamientos de hace 2 meses):

- El lunes de esta semana tirotearon un vehículo de AVSI (ONG de educación italiana) a las puertas de Rutshuru. Falleció Badouin, el assistente del proyecto, nativo de Rutshuru y resultó herido el chofer.
- Luego, el CNDP comenzó una estrategia de "limpieza" en la que comenzaron a detener y llevarse por la fuerza a jóvenes de Kiwanja, Rutshuru y Rubare. Se trata de un caso flagrante de nuevos "desaparecidos" mezclado con reclutamiento forzoso.
- En la reunión de las ONGs con las autoridades del CNDP de Rutshuru, éstas dejaron traslucir sin reparo su desprecio (¿odio?) hacia los desplazados del campo de Kiwanja-MONUC, que queda protegido mínimamente por la cercanía de la MONUC y por la presencia decidida de un puñado de ONG's que estamos allí presentes.
- El miércoles, un rumor de la proximidad de grupos Maï-maï, causó el pánico de nuevo en Kiwanja. Los campos quedaron sin cultivar y los niños que empezaban a ir a las escuelas allá se volvieron a encerrar en sus casas.
- El miércoles noche le dió un infarto al párroco palotino de Rutshuru, donde vivo y trabajo. El susto fue morrocotudo. Tras muchas gestiones, fue trasladado en helicóptero a Goma y de allí a Nairobi, donde se repone en cuidados intensivos.
Así pues, la Navidad en este rincón del Congo, se prepara en medio de las dificultades, abonada por el deseo de paz y el corage de muchas personas de buena voluntad. Como sabéis que no me gusta terminar con las huellas de la violencia y la tristeza, os mando un saludo colorido.
Veréis en la foto 12 a Soeur Georgette con un grupo de madres del C.S Mapendo en Kiwanja que durante estas semanas han podido hablar un rato con ella, y que ayer mismo recibieron un paño para hacerse su vestido tradicional y otros pequeños detalles navideños como jabón, crema hidratante, y cacerolas. No es lo mismo que muchas de vosotras, queridas lectoras, habréis puesto en la carta a los Reyes, pero la alegría del encuentro y el agradecimiento es universal. Ellas son las que soportan el mayor peso de la guerra y las que aportan el mayor signo de entrega y disponibilidad.

¡Ven, Señor, Jesús!¡También ahora, también al Congo!
Mungu awabariki.