lunes, 3 de noviembre de 2008

Dos grandes mujeres y una gran tragedia

Hola a todos/as desde Goma:
Como en estos correos no se trata sólo de dar noticias (vuelven a salir en los periódicos en letra pequeña detrás de las elecciones USA), sino de acercaros a la realidad que me encuentro, hoy quiero presentaros a dos grandes mujeres a través de esta primera foto:
1) Soeur Isabelle, congolesa y responsable del proyecto JRS de atención a los "vulnerables" (ancianos, viudas, minusválidos, etc) de los campos de desplazados que están a las afueras de Goma. Ha sido mi compañera JRS incondicional desde que llegué. El domingo pudo irse a Kinshasa a tomarse 2 semanas de merecidas vacaciones después de 4 meses de trabajo.
2) La Hmna Felisa, española y burgalesa, de la misma congregación que la Hmna María Presentación e íntima amiga suya. Con ellas dos comí la única tortilla de patatas hasta ahora, un sábado de agosto en Rubare viendo TVE internacional por un viejo aparato vía satélite.
En la foto, Isabelle y Felisa están al borde del lago Kivu, hace 4 días en Rwanda. Fue un momento de paz compartido y sobretodo: merecido. Para mí, son estas mujeres las que están cambiando y cambiarán el mundo, capaces de darse a los demás sin mirarse a sí mismas, y capaces de abrirse a otros/as y hacerse buenas amigas en 2 días. Desde aquí les doy las GRACIAS en nombre de todos los que reciben sus cuidados de enfermeras.
La cara triste de esta foto, es que el sueño que tenían Felisa y María era de estar juntos unos días en ese mismo lugar (un convento de benedictinas) descansando al borde del lago con los pies en el agua. Isabelle pudo hacerlo el viernes pasado en lugar de María...
Por cierto, sé que María está mejorando en un buen hospital de Pretoria (Africa del Sur) tras una segunda operación en las piernas. Todavía le queda un poco para ser acogida con todo el cariño que le espera en España. Ojalá allá puedan ayudarla con buenas prótesis para seguir acudiendo por su propia iniciativa a la ayuda de quienes están enfermos. En el corazón brota el recuerdo del salmo: "¡Qué hermosos sobre los montes los pies de quienes llevan la Buena Noticia!"

Ese mismo día, en otro lugar cercano, también al borde del lago Kivu, descubrimos un pequeño rincón de aguas termales. Las aguas de este arroyo manan a una temperatura de casi 100 ºC y en algunos charquitos burbujean y se escapan en forma de vapor que la foto no pudo recoger. Este contraste me recuerda la realidad que vivimos. De inmensa belleza y riqueza, pero en los que la tierra volcánica a veces hace brotar agua hirviendo, egoísmos sin escrúpulos, rencores enquistados, violencia descontrolada... Cuando la situación es tranquila, esta fuerza de la naturaleza se puede aprovechar para lavar mejor la ropa, como hacen las 2 mujeres de la foto, pero cuando se convierte en guerra, puede lastimar y hacer sufrir mucho, (por suerte, no se me ocurrió meter la mano para comprobarlo).

Nosotros seguimos en Goma, ya todo el equipo reunido, (menos Isabelle de vacaciones). Vamos viendo "polepole" (despacio) las posibilidades de seguir acompañando a los desplazados. Yo estoy con ganas de volver a Rutshuru, pero la situación sigue sin permitirlo pues hay combates todavía en la zona desde esta mañana.

Alguno me pregunta qué se puede hacer. No sé, pero quizás, cada uno desde sus conversaciones e intereses podéis hacer toda la presión que desde allí se pueda, para que este sufrimiento siga siendo noticia y no espectáculo de un día, y pueda interesar de veras a los países europeos a intervenir para aliviar y evitar una tragedia humanitaria que sigue agravándose cada día que pasa.

Muchas gracias por vuestro apoyo, vuestra amistad, vuestra oración y vuestra sensibilidad solidaria. Mantener el corazón y los ojos abiertos ante esta injusticia ya es mucho en medio de una sociedad que satura los sentidos hasta hacerlos insensibles al hermano que está lejos.

Mientras escribía esto no se me fue de la cabeza esa frase del salmo de unos párrafos arriba. Parafraseándola me sale decir:
"Señor, que mis pies y mi corazón estén dispuestos siempre a llevarme donde sea Buena Noticia". Amen