Muchas gracias a todos los que os asomáis aún a este blog para conocer lo que está pasando en esta región del Nord-Kivu en el Este de la RDCongo. Hace ya unos días que el interés informativo en los medios de comunicación por este rincón del mundo (¡está en el centro del globo terraqueo!) disminuyó mucho. Sin embargo, todavía sois muchos los que queréis hacerle un hueco a esta realidad. ¡Bienvenidos!

El caso es que la cacareada reapertura de los colegios en la zona recientemente ocupada por el CNDP ha sido un fracaso. El lunes, en el colegio al que fueron más niños se encontraron con 5, en otras 1 o 2, en casi todas, ninguno. ¿Por qué? La gente todavía tiene miedo, mucho miedo. Aunque no se han vuelto a repetir sucesos tan tristes como la masacre del 5 de noviembre, la gente no se repone de un golpe así de un día para otro, y tampoco se habitúa a las nuevas autoridades, (casi todas uniformadas de pies a cabeza), de la noche a la mañana. Los padres expresan el miedo a que sus hijos sean reclutados por la fuerza o que las niñas sean utilizadas como sirvientas o violadas. Ha pasado en los ultimos años a gran escala, y sigue pasando por desgracia ahora. Esta semana salía la entrevista en algunos periódicos ingleses, con un niño de 12 años que ejerce de general Maï-maï, con una crueldad increíble... Como os decía en otra entrada, la gente vive todavía como en tierra "extraña", con desconfianza y angustia especialmente por las noches.

En la foto 2 podéis ver a Lucien, (el asistente del proyecto de educación) en la EP 3Mashango. Además del robo en el despacho del director ¿deporte nacional? (ver foto 3, donde se ve el boquete en la pared de adobe junto a la puerta) algunas aulas no invitan al estudio.

En la foto 4 y 5 podéis ver las mútiples posibilidades de distracción para los niños: Si miras al fondo de la clase sigues en directo todo lo que pasa en el pueblo, y si miras a la pizarra puedes ver lo que pasa en la clase de al lado...
Se espera todavía que este lunes los padres se animen a llevar a los niños a las escuelas. En cuanto lleguen, distribuiremos el stock que ya tenemos en Rutshuru de cuadernos y bolis para 3.000 niños para que al menos el primer día de clase no se pase con los brazos cruzados...


Del lado "civil" o "congoleño", las "casas" (los "bunquers", como os decía hace unos meses) dejan mucho que desear. No hay calles trazadas, y las "tiendas" se agolpan unas con otras intentando aprovechar al máximo el poco espacio de esplanada frente a la base militar.

En este campo improvisado se encuentran sobretodo los desplazados que estaban en los campos desmantelados el 1 de noviembre en torno a Rutshuru y Kiwanja. Pese a que las nuevas autoridades del CNDP hacen todo lo posible (por las buenas y por las malas) para que se vayan y vuelvan a sus hogares, la situación en sus antiguos (para algunos más de 2 años) pueblos es de inseguridad absoluta pues se encuentran en la zona donde siguen los combates.

Cuando estuve visitándoles el martes, no tenían más que unas letrinas absolutamente llenas (no os pongo la foto pq es muy desagradable). El jueves, las ONG's presentes conseguimos el permiso para que Solidarités (ONG especializada en saneamiento) construyera unas provisionales el viernes.
Tampoco tenían agua, y apenas nada de comida. Como estos desplazados no son residentes reconocidos de Kiwanja, no pudieron aprovechara nada del reparto de comida que se hizo hace 2 semanas. De lo que crece en los alrededores del campo han hecho un pqño acopio de "harricots" (judías pintas) que no da para casi nada cuando se reparte entre miles de personas. (ver foto 7)

Nuestro reto actual es poder convencer a las autoridades del CNDP que las necesidades humanitarias están muy por delante de los intereses ideológicos y/o políticos.
El comité de autogestión del campo estuvo contándonos su situación. Nos reunimos sentados en el suelo en una de esas tiendas que veis (fotos 5, 6 o 7), durante una hora pude escuchar en Kiswahili (con la traducción de Lucien al francés) "sus angustias y sus esperanzas" (cf. la plegaria de misa nº5-c). Entre las primeras, el miedo a la noche, con las indeseadas "visitas" de los militares del CNDP borrachos o malhumorados, que se agarra al estómago más que el hambre. Entre las segundas, las historias de reencuentros entre familiares que habían perdido el contacto tras la huída, o los 8 niños recién nacidos en el campo en estos días.
Sin duda, la historia que más me ha sobrecogido es la de Alivera y su nieto (ver foto 8).

Hace unos días el evangelio hablaba de la viuda que dió 2 moneditas en el Templo. Cuando le llevamos a Alivera 3 kg de arroz y otros 5 de judías, enseguida se puso a repartirlos con las mujeres que le rodeaban. Algunas de ellas son quienes la han transportado a la espalda desde la selva tras la huida. Otras no son desconocidas pero que están en una situación similar a ella.
La foto 9 y última es un pequeño homenaje a quienes no tiran la toalla. Se trata del comité de este campo de desplazados de Kiwanja.

La escuela no ha empezado todavía para los niños de Rutshuru, pero yo sí he aprendido mucho esta semana con estas familias desplazadas y con las personas que en Kiwanja acogen a otros desplazados en sus casas. Aprender a dar lo que se tiene (Alivera), a bendecir al que se acerca (Comité) a defender los derechos de los desplazados (Lucien), a escuchar a los que necesitan compañía (Soeur Georgette).
El lunes volveremos a Rutshuru con la esperanza de poder distribuir comida en el campo, ropa en los centros de salud y cuadernos en las escuelas. En cualquier caso, creo que como JRS en Rutshuru estamos haciendo un poquito del primero de nuestros 3 verbos-guía: "acompañar, servir y defender" a los desplazados y refugiados.
En mi oración hoy le pido al Señor que nos dé fuerzas y ánimo para perseverar en esta compañía, servicio y defensa de los desplazados.
Y, Señor, que donde no sepamos o podamos dar,
tú sepas enseñarnos a esperar
y a acoger con agradecimiento lo que otros nos dan. Amen
Mungu awabariki, que el Señor os bendiga.