jueves, 16 de octubre de 2008

Construyendo y tejiendo un poco de esperanza

Queridos amigos y amigas:

De nuevo saco un ratillo para dar señales de vida y compartir con vosotros algunas de las cosas que estamos haciendo y de lo que estoy viviendo por esta tierra cada vez más querida.

El fin de semana pasado no pude escribir porque no estuve en Goma, sino en Kigali (capital de Rwanda). Se trata de un viaje de 170 km por la mejor carretera que hay en la región. Se tarda sólo poco más de 3h y media, pero hay que contar con un mínimo de 45' o 1hora con los trámites de una y otra "frontera" (dícese de un lugar que además de separar países y crear problemas se caracteriza por la ausencia de la informática y de la amabilidad...). Fuimos a acoger con los brazos abiertos a tres nuevos miembros del equipo JRS-Goma, que llegaban desde Europa. Se trata de 2 españoles, Nicolás y Álvaro, y un compañero jesuita irlandés, Gerry. Así que hemos pasado de 2 a 5 en el equipo. ¡Os podéis hacer una idea de la revolución que supone en la vida de la casa, y también en la oficina! Los dos meses próximos prometen conversaciones largas y sentimientos compartidos en directo: ¡un lujo!



El viaje a Kigali nos sirvió para pasar una tarde y una cena juntos hasta 10 voluntarios JRS normalmente dispersos entre los 3 países de esta región de Grandes Lagos: Rwanda, Burundi y RDCongo. La noche del sábado fue una verdadera fiesta de acogida y reencuentro. En torno a unas ¡pizzas! y cervezas se nos pasó el tiempo volando. Para mí fue una ocasión de conocer lo que hacen otros en Uvira, Kibuye, Bujumbura, etc. Kigali, además, es una "ciudad" que se parece más a lo que nosotros entendemos por ciudad que Goma; hay semáforos, asfalto, acera, algún que otro parque, supermercados... en fin, otro mundo que recuerda al mini-mundo que llamamos "primer".

Como se me ha hecho un poco tarde esta noche, os presento rápido las fotos y el título de esta "entrada". Las alegrías más importantes de esta semana las he encontrado en torno a la construcción de las 3 escuelas que hemos empezado.

En una de ellas, EP2Mashango (foto 1) la construcción es en "lonas de plástico" pues se trata de una escuela desplazada que espera poder volver a su pueblo cuando acabe el conflicto. Hasta ahora, las clases las tenían bajo los árboles cercanos y si llueve ¡recreo! ¡todos a la vieja iglesia a refugiarse hasta que pase el chaparrón! Hemos terminado el viernes 6 aulas y ahora estamos con las letrinas (también provisionales)



En otra, EP Kasassa (foto 2) se trata de ampliar en 2 aulas la escuela que ya existe. Se trata de una construcción en ladrillo, para que dure largo, en la que los padres de los alumnos han proporcionado casi todos los ladrillos hechos por ellos, (cuando se les acabaron, JRS compramos el tercio que faltaba). Ya estamos techando y ahora faltan los pupitres...


Y la tercera, EP Mabungo (foto 3, 4 y 5) es lo que llamamos unas salas "evolutivas", porque evolucionan en función de la aportación de materiales y mano de obra de los padres y profesores. JRS ha construido los cimientos, los pilares de madera y el techo de zinc, y ahora les toca a ellos hacer las paredes y muros de separación. En este caso, han aprovechado viejas tablas de madera de unas aulas destrozadas para las paredes, y los viejos paneles de zinc sirven ahora para separar las clases. Si uno tiene muchas ganas de aprender, puede mirar por alguno de los numerosos agujeros para ver que están haciendo los del curso siguiente ;-) Así, hemos conseguido hacer 6 aulas por el precio de una sóla en ladrillo. Así, estas aulas son el resultado de una mezcla de la urgencia y la paciencia, de la precariedad y la generosidad...






Por último, os cuento una de las actividades más originales que hemos comenzado: la elaboración de "mochilas artesanales". En lugar de dar a los niños una bolsa de plástico de supermercado para guardas sus cuadernos y bolis (cuando los tienen, claro), hemos organizado un taller para tejer mochilas o carteras escolares. Además de poder ofrecer a los niños algo más duradero y bonito, esta actividad sirve para dar ingresos a personas que llamamos "vulnerables": viudas, ancianos, minusválidos, etc. No cabe en la página la alegría de estos "alumnos" ya mayorcitos entrando de nuevo en un aula para aprender como tejer con cintas de plástico una cartera mejor que cualquiera de Nike o Reebok.
Las fotos 6 y 7 son solo un flash de esta ilusión. Tengo especialmente grabado el entusiasmo de este anciano encorvado por un problema de espalda, que se concentra en su trabajo como un niño pequeño con una peonza. Hemos empezado a enseñar a 40 personas, pero esperamos poder extender este proyecto al menos a otras 80. Ya os iré contando y mostrando los resultados. Yo, en cualquier caso, ya he encargado una :-)

Bueno amigos, termino por hoy, dispuesto a empezar una nueva semana con estas actividades que a veces parecen insignificantes, pero que otras veces son mucho más que un espectáculo de esperanza en medio de una situación que sigue produciendo "desplazados". Hoy mismo llegaron más de 3.000 nuevos a Rutshuru... Sintiendo ya la mala noche que pasarán hoy sin techo, comparto la rebeldía interna que esta guerra ciega me produce... Que al menos algunos en España, sepáis que no sólo caen los índices de la Bolsa, sino también muchas personas olvidadas.
Un compañero y amigo jesuita me pasó esta semana en un correo unas palabras que le marcaron cuando trabajó en su momento con los refugiados. Me sirven para expresar mi deseo como oración compartida con quienes queráis hacerla también vuestra:
Señor, enséñame a vivir contigo,
con una mano sobre el sufrimiento del hombre,
la otra sobre la belleza del mundo,
y los dos pies en el compromiso diario.
Que así sea.
Le pedí a los chicos de EP 2Mashango que me ayudaran a despedirme de vosotros en esta entrada. Ahí va la foto 8 (y última).
Un abrazo grande.
Mungu akubariki (que el Señor os bendiga)