martes, 6 de enero de 2009

Cuando los niños vuelven al cole, yo regreso a España ¡GRACIAS!

Queridos amigos y amigas:

Desde Bujumbura (Burundi), al borde del lago Tanganika, me preparo para partir (que es "morir" un poco). Dentro de 8 horas un avión me llevará de regreso a Europa y a España, pero creo que una parte muy grande de mi corazón no sabrá embarcar...

Estaa foto 1 del atardecer al fondo en el Congo, desde Burundi, con el lago entre medias, refleja bien muchos de los sentimientos que me llevo en la maleta.


Pero la foto 2 expresa aún mejor este momento. En medio del campo de desplazados de Kiwanja hace unos días, una familia desmanteló su "maisonnete" y dejó ese espacio vacío entre las otras. Al hacer la maleta y dejar atrás Rutshuru hace 6 días, Goma hace 3, RDCongo hace 2 y hoy África, puedo ir despidiéndome poco a poco, al mismo tiempo que comprendo mejor lo que supone para tantas gentes dejar atrás su casa, su campo, sus familias, o para algunos, poder regresar a su tierra y a su hogar. En cierto modo, yo soy un "desplazado" si miro atrás, y un "retornado" si miro hacia adelante.


En estos días, un sentimiento nítido y constante entre todos los otros ha sido y es el de AGRADECIMIENTO. Ha sido mucho, mucho, mucho, lo que he descubierto, aprendido y sobretodo recibido y compartido en estos 5 meses que han pasado tan rápido.
Tendría que poner aquí los rostros y las historias de tantas personas con las que he podido trabajar, sufrir y disfrutar de la vida y la tarea en Rutshuru. Os presento solo en la foto 3 a Aline y a Ernestine, que nos han ayudado (y seguirán) con las visitas y ayuda a los más vulnerables, y sobretodo, con la formación en la elaboración de las "mochilas" de plástico de colores como fuente de ingresos... Dos generaciones de mujeres que cambiarán la situación de la región a base de cariño, esperanza y compromiso discreto y radical
En la foto 4 aparece el Padre Benjamin, compañero y colaborador excepcional. Él forma parte de la pequeña comunidad de Padres Palotinos de Rutshuru, la que ha sido mi casa allá. En las conversaciones con él he podido aprender a comprender a la gente y las necesidades más urgentes, pero también he podido descubrir la inmensa "riqueza" humana de los jóvenes rutshureños y de los cristianos que no se conforman con lo que hay.
En la foto 5, los niños de nuevo en clase. Las vacaciones de Navidad y año nuevo terminaron el domingo y desde el lunes, la mayoría de ellos (¡ahora sí!) han vuelto a la escuela. Yo no lo he podido "ver" en muchas de ellas, pero sé que JRS va a hacer todo lo posible por recuperar los dos meses perdido y apoyar a los profesores que den clases extras con comida básica para el mes. Gracias a Dios, todos los proyectos van a seguir (educación, vulnerables, letrinas) y además, en buenas manos: Lucien y P. Gerry sj. Así que puedo partir con tranquilidad y esperanza.
Como en estos meses os he contado algo (poco, la verdad) de los peligros de tanto militar (¿cafre?) armado suelto, hoy os presento el último peligro al que me he podido enfrentar: ¡los cocodrilos! Como la foto que les saqué no es de calidad (me dio un poco de "pereza" acercarme más ;-) ) os dejo esta señal de recuerdo (foto 6). ¡Lástima que todavía no se haya inventado una que ponga "Atención "humanos armados"! Esto sería demasiado difícil de aceptar...

En la foto 7, los alumnos de EP Rugabo, en Rutshuru, me ayudaron a despedirme de todos vosotros por este medio de comunicación. Viéndolos, uno no puede caer en la nostalgia estéril ni en la indiferencia acomodada. ¡Hay muchas escuelas que seguir construyendo y apoyando porque hay muchos niños/as que tienen que seguir creciendo y sonriendo!

Os confieso que, aunque vine acá como "humanitario" con un proyecto de una ONG, me he sentido más a gusto si cabe, compartiendo la vida y la fe con la Iglesia local, con los cristianos de todas las edades que no se cierran en ellos mismos y que desde Dios, confían y siguen apostando por los demás. En la foto 8 aparece la parroquia de Rutshuru, que comienza cada mañana con la misa a las 6.30 a ritmo de tambores y cantos. ¡Mucho mejor que el bip-bip de un despertador made in Singapur!
Esta música forma parte de África. Te la encuentras en todos lados. Ayer tarde, al borde del lago Tanganika, ya en Burundi, este grupo ensayaba sus cantos y bailes con una fuerza incréible (foto 9). Todavía no se ha inventado el blog donde insertar música, pero haced un esfuerzo para imaginaros lo que es el ritmo compartido de estos tambores a toda potencia. La energía que contagia y las ganas de vivir, no se parecen en nada a las de unas copas de viernes noche en Madrid.
Termino con la foto 10: mi querida Risiki, sonriente tras 10 días en cuidados especiales para hacer frente a la desnutrición. Ha perdido peso y ha ganado en vitalidad. Sorprendentemente, la desnutrición suele producir una hinchazón del cuerpo, que retiene líquidos inútiles que intentan suplir las carencias de proteínas y grasas... Cuando un niño/a comienza a comer una dieta completa y equilibrada, comienza a perder peso hasta un punto donde comienza a recuperarlo en forma de músculos y desarrollo óseo... Perdonadme si os digo que esto me hace pensar en nuestro mundo occidental. Quizás con la "des-nutrición" que tenemos en Europa de "humanidad completa y equilibrada" el ponernos de nuevo "en forma" suponga perder cosas: ocios y comercios, stress y superficialidad, para volver a dejar que crezca el corazón y la solidaridad. Y después de la reflexión, simplemente, la invitación a ver, ¡contemplar! a Risiki, sonreir.
La última foto, es un guiño que el Misterio de Dios nos hizo anteayer como despedida. El cielo se llena de colores entre las montañas y sobre el lago... Este mundo es un lugar precioso y acogedor. A nosotros nos toca hacerlo más que un paisaje: ¡un hogar para todos/as!
Mi oración final son dos palabras, las que dieron título a este blog:
¡UTUPE AMANI (Danos la Paz)!
Sé que varios de vosotros pedistéis esto a los Reyes Magos... Y parece que va llegando, poco a poco a este Kivu... Sigamos pidiéndoselo a los Hombres de Buena Voluntad.
¡Hasta pronto!

viernes, 19 de diciembre de 2008

La Navidad se acerca de otro modo en Rutshuru

Queridos amigos/as:

Se acerca la Navidad y aquí es difícil caer en la cuenta, porque ni hace más frío, ni los días se acortan, ni las comidas se convierten en banquetes, ni los puestos en las calles del campo de desplazados de Kiwanja (ver foto 1) se llenan de luces de escaparate... Sólo la subida de precios de todos los alimentos, no sólo del cordero y la merluza (ausentes en estas tierras) sino sobretodo de los más básicos (como los tomates a 1$ el montoncito de la foto 2) recuerda exteriormente a nuestra "navidad" europea. Pero no suben por las "fechas" sino por el peaje que deben pasar los camiones que abastecen la ciudad de Goma al atravesar las "neo-fronteras" instauradas por el CNDP a principios de noviembre.

Pero la Navidad se acerca, sí, Dios se encarna en medio de las dificultades y de la violencia. Las lecturas de Adviento nos preparan a acoger el mejor don que Dios nos puede hacer: Él mismo, su presencia en medio de nuestro mundo y compartiendo nuestras pobrezas. Y por si no escuchamos estas lecturas de los profetas, podemos encontrar también algunos acontecimientos y personas que nos recuerdan que Dios viene a compartir nuestras penas y a potenciar nuestras fuerzas. Como un puñadito de velas en medio de la oscuridad os presento algunos de estos "advientecimientos":

Un primer acontecimiento de adviento fue la sesión de formación para los inspectores de educación del territorio de Rutshuru. Mientras que los alumnos todavía no habían vuelto a ocupar y aprovechar las escuelas, 26 inspectores talluditos (ver fotos 3 y 4) se sentaron a aprender como enseñar y transmitir valores en los centros educativos que supervisan. Fueron 4 días de esperanza pues, aunque son muy conscientes de las inmensas dificultades que tienen por delante, no dejan de luchar porque cada vez más niños puedan ir a la escuela en el territorio, y cada vez más escuelas sean un lugar donde se aprende, a leer, escribir, sumar, restar, y también a pensar y a comprometerse con una sociedad donde se pueda convivir en paz... Con nuestro lema de educación ignaciana, se trata de educar "hombres y mujeres para los demás" Esto es casi igual de difícil en medio de una sociedad consumista y superficial que en medio de la pobreza y la guerra. Pero algunos podéis recordar ese cuento de "tirar piedras a la luna"...

En febrero tendremos otra sesión con los directores de las 16 escuelas que apoyamos y en las vaciones de Pascua 3 sesiones simultáneas con los casi 200 profesores de estas escuelas

Un segundo signo de espereranza es ver algunas escuelas en las que ya casi están el 80% de los niños estudiando. Hemos podido distribuir kits de cuadernos y bolis para 1.600 alumnos en 11 escuelas "accesibles" 7 de las "nuestras" (de estas 16, 9 siguen sin actividad y 6 de ellas sin seguridad mínima para visitarlas siquiera ) y otras 4 más a las que hemos apoyado de "emergencia". Todas las escuelas que han empezado, han decidido "saltarse" las vacaciones y continuar las clases en estos días para recuperar las semanas perdidas. ¡Ir a clase con un cuaderno y boli es ya en sí una "fiesta"! Sólo descansarán el 24-25 y 31-1. Para los recreos navideños, hemos llevado varios balones de futbol, baloncesto y voley... En la foto 5 podéis ver a los niños de la EP Mutabo en uno de estos descansos...


Otro advientecimiento memorable ha sido la finalización de la primera letrina (¡sí, terminada del todo y llaves entregadas!) . Hay otras 10 en estado diverso de desarrollo, pero ésta que véis en la foto 6 es la primera, y nos hace una ilusión especial. Los responsables del Centro Social de Kiwanja, posan contentos al recibir las llaves, junto con André, el constructor y un servidor "musungu" ("blanco" en swahili). Poco después nos regalaron al equipo JRS un gallo blanco como señal de agradecimiento. No le saqué foto, pero sé que Prosper, nuestro chofer, y su familia, darán buena cuenta de él en Nochebuena.

El cuarto advientecimiento tiene nombre propio: Rissiki y su abuela Alivera. Ya os hablé de ellas hace un mes. La hija de Alivera y mamá de Rissiki murió poco después del parto y el padre, militar de algún grupo armado, huyó cuando todavía no había nacido la niña. Las dos estaban en el campo de desplazados de Kiwanja-MONUC (ver en la foto 7 una "maisonette" similar a la suya). Alivera, con más de 70 años está muy mal de salud. Además de no poder desplazarse por su propio pie (sólo arrastrarse un par de metros con la manos), ha pasado en estas semanas un episodio de cólera y ahora una bronquitis seria, (ver foto 8, antes de estos episodios). Es evidente que no puede hacerse cargo de su nieta que ya está empezando a andar un poco y se le escapa... La hemos convencido, (sobretodo las mámás del comité de desplazados) de que podamos llevar a Rissiki a Goma al Centro de los Salesianos donde acogen niños en situaciones de abandono y comenzar los tramites para una adopción local. Alivera está internada en el Centro de Salud Mapendo para recuperarse de su bronquitis y luego tendrá una pequeña casita en el barrio con ayuda de la cáritas local. Rissiki ya está en el Centro Don Bosco donde llegó tranquila y cansada después del viaje (ver foto 9). En cierto modo, es un nuevo nacimiento, y una anticipación de la nochebuena a la congolesa.




Y para acabar el puñadito de advientecimientos, también hay signos de esperanza más allá de Rutshuru. En Bukavu, donde estuve el viernes y sábado pasado, en la plaza principal se alza una foto de Monseñor Muzihriwa, Obispo jesuita asesinado en el 96 cuando las tropas de Rwanda ocuparon la ciudad y él denunció publicamente el comienzo del "genocidio congolés" (ver foto 10). Su memoria sigue presente en la iglesia y en la sociedad local, y hay mucha gente que sigue apostando por la paz en medio de una sociedad que vive rodeada por las armas.


Pero, por desgracia, no todo son buenas noticias. También hay mucho "Herodes" suelto que hace sus barrabasadas y otras noticias menos alegres (sintetizadas en la foto 11 de un camión abandonado de la MONUC en Ntamugenga, tras los enfrentamientos de hace 2 meses):

- El lunes de esta semana tirotearon un vehículo de AVSI (ONG de educación italiana) a las puertas de Rutshuru. Falleció Badouin, el assistente del proyecto, nativo de Rutshuru y resultó herido el chofer.

- Luego, el CNDP comenzó una estrategia de "limpieza" en la que comenzaron a detener y llevarse por la fuerza a jóvenes de Kiwanja, Rutshuru y Rubare. Se trata de un caso flagrante de nuevos "desaparecidos" mezclado con reclutamiento forzoso.

- En la reunión de las ONGs con las autoridades del CNDP de Rutshuru, éstas dejaron traslucir sin reparo su desprecio (¿odio?) hacia los desplazados del campo de Kiwanja-MONUC, que queda protegido mínimamente por la cercanía de la MONUC y por la presencia decidida de un puñado de ONG's que estamos allí presentes.

- El miércoles, un rumor de la proximidad de grupos Maï-maï, causó el pánico de nuevo en Kiwanja. Los campos quedaron sin cultivar y los niños que empezaban a ir a las escuelas allá se volvieron a encerrar en sus casas.

- El miércoles noche le dió un infarto al párroco palotino de Rutshuru, donde vivo y trabajo. El susto fue morrocotudo. Tras muchas gestiones, fue trasladado en helicóptero a Goma y de allí a Nairobi, donde se repone en cuidados intensivos.

Así pues, la Navidad en este rincón del Congo, se prepara en medio de las dificultades, abonada por el deseo de paz y el corage de muchas personas de buena voluntad. Como sabéis que no me gusta terminar con las huellas de la violencia y la tristeza, os mando un saludo colorido. Veréis en la foto 12 a Soeur Georgette con un grupo de madres del C.S Mapendo en Kiwanja que durante estas semanas han podido hablar un rato con ella, y que ayer mismo recibieron un paño para hacerse su vestido tradicional y otros pequeños detalles navideños como jabón, crema hidratante, y cacerolas. No es lo mismo que muchas de vosotras, queridas lectoras, habréis puesto en la carta a los Reyes, pero la alegría del encuentro y el agradecimiento es universal. Ellas son las que soportan el mayor peso de la guerra y las que aportan el mayor signo de entrega y disponibilidad.
¡Ven, Señor, Jesús!¡También ahora, también al Congo!
Mungu awabariki.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Reuniones, sesiones y distribuciones

Queridos/as amigos/as:
Esta fin de semana en Goma, las fotos se resisten y no las puedo descargar y comentar. Solo ésta (atardecer en Bukavu) pudo pasar ¿Por qué? ¡Misterios inextricables de la informática! Así que hoy seré breve.
En primer lugar, compartir con vosotros la alegría de la llegada al mundode María, mi sobrina, ayer noche. Desde este blog un gran beso de acogida.
Después, contaros que ha sido una buena semana de reuniones, sesiones y distribuciones.
1) Reuniones en Rutshuru con la autoridades. Hemos conseguido un "reconocimiento" del campo de desplazados de Kiwanja y un compromiso para que cesen las amenazas a los desplazados y los obstáculos para la ayuda humanitaria. Nosotros hemos podido volver a distribuir de nuevo ropa (paños, pantalones, camisas) y comida a otras 60 personas
2) Sesiones de formación de los inspectores de educación de primaria y secundaria de Rutshuru. Han sido 4 días de formación sobre la educación en valores, y sobre la identidad del educador. Para los escasos medios de los que disponemos y el poco tiempo que tuvimos para la preparación, la sesión ha sido un éxito. Espero que sirva para dinamizar en esta línea a todas las escuelas del territorio.
3) Además de la distribución en el campo de desplazados de Kiwanja, hemos distribuido comida y ropa a las personas más vulnerables que no pueden salir de sus casas por edad o enfermedad. Otras 40 personas han recibido cosas y para la próxima semana tenemos previsto comenzar el reparto a otras 600. Esto es parte del proyecto de urgencia en el que muchos habéis colaborados... ¡Gracias!
Y por último, la acogida del equipo de Entreculturas: Lorena y Dani sj. Han sabido transmitirnos su apoyo y su ayuda. Están impactados con lo poco que han podido conocer de la situación de los desplazados en Goma y los encuentros con algunas de los afectados por la guerra. Ya os contarán a su regreso en los boletines de Entreculturas o en conversaciones varias...
En fin, la semana ha sido muy, muy, muy intensa. Siento no poder sacar tiempo para escribir más. Si puedo, intentaré otra entrada en medio de la semana, pero como pienso estar todo el tiempo en Rutshuru, no sé si podré.
Hoy Juan el Bautista se presentaba en el Evangelio
como una voz en el desierto que prepara el camino al Señor.
Hoy, quiero pedirle al Señor que haga del JRS una presencia en la desolación
que sea ánimo para no desfallecer en medio de las dificultades e inseguridades.
Sigamos haciendo entre todos de nuestro mundo,
un lugar donde se pueda reconocer la presencia de Dios.
Mungu akubariki.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Algo de escucha y la cercanía para recuperar la esperanza y la dignidad

Queridos amigos y amigas:

Un sábado más, me paro un rato a contaros algo de la realidad del Nord-Kivu vista desde mis ojos, es decir, con una miopía grande desde pequeño, o lo que es lo mismo, con una visión muy limitada por los esquemas europeos en los que he crecido. Los niños de la foto 0, (la llamo así pq ya he numerado todas las otras), siguen descubriendo mejor que yo la vida que aquí se esconde. Necesitaría mucho más tiempo acá (hoy cumplo 4 meses en JRS), para poder ofreceros reflexiones precisas y acertadas sobre este país y esta región. Dicen que tras 1 semana en África, hay gente que escribe un libro; tras 1 mes, un artículo en un periódico o revista; tras 1 año, algún comentario escueto; y después, uno ya no escribe nada. Yo voy a intentar seguir escribiendo en este blog algunas impresiones y noticias de cada semana, pero sí es cierto que cada vez me sale con más humildad, como quien va descubriendo que la realidad es mucho más compleja de lo que pensaba. Disculpad, pues mi osadía de principiante en África.

De nuevo, gracias a todos los que me habéis escritos en estos días con comentarios de ánimo y de solidaridad. Algunos me comentáis que estáis usando algunos párrafos o fotos del blog para trabajar en clase, para comentar en una reunión de grupo, para hacer un rato de oración... Otros los utilizáis para notas de prensa, artículos o presentaciones varias... No tengo ningún inconveniente. Al contrario, me alegra que este blog sirva en alguna medida para cruzar el Estrecho y atravesar el Sáhara aunque sólo sea (¡ya es mucho!) con la mente y el corazón.
Nota: Si alguno quiere hacer un comentario y que le responda personalmente, además de tener paciencia tiene que buscar mi e-mail en el perfil porque si no, no tengo medio de saber a qué dirección enviar la respuesta…


Y ya paso a las noticias de la semana. He estado casi todo el tiempo en Rutshuru, concentrado con el proyecto de urgencia de apoyo a los “vulnerables”. En el lenguaje humanitario se designa con esta palabra a aquellas personas que tienen además de todas las dificultades de la guerra y el desplazamiento, alguna dificultad especial: viudas, minusválidos, huérfanos, madres solteras, enfermos de Sida, problemas de desnutrición, etc. En la foto 1, veis una fila de algunos de ellos el viernes pasado. Y en la foto 2, veis una familia en la que a pesar de tener algo de comida, el niño presenta claros síntomas de desnutrición. Le llevamos el viernes a un centro nutricional para que se reponga...

En primer lugar, en tanto que JRS, hemos intentado conseguir una cierta mejora de la situación de los aprox 6.000 desplazados en el campo de Kiwanja, junto al cuartel de la MONUC (ver entrada anterior). Ante las nuevas autoridades tuve la ocasión de exponer su situación, y a pesar de sus reticencias y resistencias, han aceptado que un gran número de ellos no pueden volver a sus casas (pues se encuentran en zonas de combates) y con ello, que autoricen una mínima intervención humanitaria. A la espera de que el PAM (Programa Mundial de Alimentos) pueda hacer una distribución de comida a todos los desplazados, nosotros nos hemos centrado en 120 personas especialmente vulnerables, identificadas por el propio comité del campo. Tras varias idas y venidas por los comercios de Goma, (ver foto ) pudimos hacer un pequeño acopio de alimentos y ropa. El viernes por la mañana pudimos distribuir un saco de comida (“harricots” para diez días), un pantalón y camisa para los hombres y un vestido y un paño (tela cortada en 3 piezas) para las mujeres. Gracias a la colaboración de todos, la distribución fue tranquila y casi festiva (ver foto 3). Esperamos poder hacer otra al final de esta semana para otras 50-60 personas

Especialmente las mujeres agradecieron el “paño” pues muchas ya no tienen más que el puesto, roto y sucio por todos lados, y como en todos los lugares del mundo, las mujeres son “coquetas” o dicho más simplemente, son sensibles al modo de sentirse y presentarse ante los demás. En esta región, el paño es el modo de vestir de todas las mujeres (las camisetas son signo de pobreza). Un paño, es un regalo especial que los maridos hacen a sus mujeres cuando dan a luz un hijo o a principio de año. Por desgracia, entre los desplazados, esta práctica está fuera de su alcance: el marido está lejos, o fallecido en la guerra, o simplemente, sin medios para pagar 12$. Si fuera una radio o una linterna, un reloj o cualquier otro “trasto útil” (de los que renovaremos en estas Navidades abandonando el viejo en el armario), lo venderían una hora después de recibirlo para comprar comida… Pero un paño es algo muy preciado como para venderlo. (ver en la foto 4, la variedad de colores y modos de usarlo)


Y es que, en medio de las necesidades primarias acuciantes, creemos que la dignidad es igual o aún más primordial. Y la gente necesita, no sólo comida, agua y medicinas, sino tb signos de esperanza, motivos para volver a ponerse “de pie” y hacer frente a las dificultades. En esta línea hemos organizado 5 equipos de voluntarios que se están encargando de “hablar”, o mejor dicho “escuchar” a las personas más vulnerables de Kiwanja, Rutshuru y Ntamugenga (a 17 km de Rutshuru). Tres equipos trabajan en 3 centros de nutrición donde acuden las mamás con niños que tienen problemas graves de malnutrición. Nos echan una mano (¿una oreja?) las religiosas locales que están allí. Tras la atención “médica”, se sientan con cada mamá, una a una, a escuchar, y a intentar contagiar un poco de ánimo y de esperanza. Ellas distribuyen ropa para los niños pequeños, si es preciso, algo de azúcar o aceite para completar la dieta, y se las cita para la víspera de Navidad. Ese día distribuiremos 800 paños. Hasta ahora, han pasado 140 mamás por este sistema improvisado de cercanía. Hay 2 equipos “volantes” que pasan por las casas visitando a las personas mayores o minusválidas que se conocen en Rutshuru y Kiwanja, con el mismo objetivo. Se trata de “darse”, antes que de “dar algo”. Por lo que me cuentan las personas que están haciendo esta labor, la gente lo agradece muchísimo. ¡Esta es mi pequeña gran alegría de la semana!

Aquí pongo una foto 5 que detrás de la que hay una larga historia. El niño es huérfano y su abuela, inválida, está ahora en el hospital con una infección de colera. Esperamos que se reponga y nos autorice a comenzar las gestiones para adoptar al niño por una familia de la misma localidad de Kiwanja... Mientras, una vecina del campo de desplazados, lo cuida como su hijo.
Por otro lado, las escuelas siguen a medio o mínimo funcionamiento en Rutshuru y Kiwanja. En las que más niños han ido, no llegan a la mitad, en la mayoría apenas algunos grupitos, en otras, ninguno. Seguimos esperando pues que la vuelta al cole sea una realidad. Quedan menos de 2 semanas para las vacaciones de navidad (aquí comienzan el 18 de diciembre y terminan el 2 de enero) y me temo que no habrá “medio-normalidad” hasta después. Para entonces, intentaremos organizar “cursos de recuperación” (1 hora más al día de clase). Aquí, esta propuesta no es una amenaza, sino una oportunidad. Podríamos repartir comida a los profesores que se queden esa hora como un pago indirecto mensual. Y los alumnos podrían aprender lo que se supone que corresponde a su curso, sin acumular “fracaso escolar”, (algo demasiado frecuente aquí: muchos niños de 14-15 años no han acabado todavía la Escuela primaria, sin contar con los que no la empezaron...)

En una visita a Jomba, un pueblo cerca de la frontera con Rwanda y Uganda, donde la situación se ha mantenido tranquila (lejos de los combates), las escuelas funcionaban el martes con normalidad. Algo de esto se puede ver en la foto 6, en la que los niños mandan un saludo para España, y la profe, aunque no se vea bien, lleva a su bebé de 8 meses a la espalda, al modo africano(¡qué contraste con la foto 0 de los niños en Kiwanja sin escuela!). En Goma también, las escuelas funcionan, aunque muchas con más de 70 alumnos por clases, dada la llegada masiva de desplazados. Bueno, pues ésta es la esperanza que tenemos para Rutshuru: que los grupos armados se alejen, o mejor aún, que se desarmen, y que la vida pueda retomarse sin miedos ni angustias, sin desplazados, ni heridos, ni muertos... Como no hay combates abiertos, la guerra desapareció de los medios de comunicación europeos, pero en una semana en la que hemos sufrido el trágico atentado de un empresario vasco en Azpetia, en Kiwanja murieron asesinadas 14 personas en las noches, y en Rutshuru 8, de entre ellas 9 menores. La Monuc, sigue paseándose de vez en cuando por las carreteras, pero no se implica a detener a quienes se pasean con un fusil por las noches entre las casas. (ver foto 7).
Para la próxima semana, de lunes a jueves, tendremos un curso de formación para los inspectores y responsables de la Educación en el Territorio de Rutshuru. Será en Goma pues la mayoría de ellos están aquí "desplazados". El tema es presentar la educación en valores y la formación en las escuelas de hombres y mujeres "para los demás". Ojalá que sepamos transmitirles algo de esto y que ellos a su vez sepan transmitirlo a los profesores que tienen a su cargo. Entre sesión y sesión (os confieso que me da pereza volver a dar y recibir "clases", ¡qué mal me estoy acostumbrando!) haremos escapadas a las tiendas para comprar sacos de arroz y de judías para seguir distribuyendo en Rutshuru. A falta de camión, nos apañamos con varios viajes hasta los topes en nuestro vehículo JRS (ver foto 8 y última)

El evangelio de hoy nos cuenta como Jesús tenía lástima de la gente que andaba como oveja sin pastor... Tras pasarse el día, la semana, curando, escuchando, enseñando, decide enviar a sus discípulos a hacer lo mismo. El sabía que la tarea es inmensa, que hay que "pedir a Dios que envíe obreros a su mies", pero a los que están ahí junto a él, les manda a hacer lo que puedan, "dando gratis lo que han recibido gratis". Nosotros hemos acogido hoy a Alfonso en nuestro equipo JRS Goma. Un pedagogo que va a reforzar el proyecto de Escuelas de Primaria en Goma y toda la formación de profesores. ¡Ojalá vengan otros con el mismo entusiasmo y disponibilidad"
Mi oración de hoy es una sencilla petición:
"que sepa dar gratis una pizca de tanto bien y amor que he recibido gratis".
Usiku ngema. Mungu awabariki.

jueves, 27 de noviembre de 2008

¿¡Bienvenidos/as al cole!? ¡¿Bienvenidos a casa?!

Queridos amigos y amigas:
Muchas gracias a todos los que os asomáis aún a este blog para conocer lo que está pasando en esta región del Nord-Kivu en el Este de la RDCongo. Hace ya unos días que el interés informativo en los medios de comunicación por este rincón del mundo (¡está en el centro del globo terraqueo!) disminuyó mucho. Sin embargo, todavía sois muchos los que queréis hacerle un hueco a esta realidad. ¡Bienvenidos!
Para comenzar esta tarde, una foto simbólica (foto 1). Esta cerradura reventada del despacho del director de la Escuela Primaria (EP Kiwanja Cité). Los únicos que han entrado en las escuelas de Rutshuru y Kiwanja esta semana han sido los bandidos (¿ladrones o militares?, en este país es casi lo mismo). Se llevaron todos los libros que se guardaban para que los alumnos los compartieran en las clases. Normalmente aquí, no hay libros para llevar a casa, ahora tampoco para estudiarlos en clase ¿¡qué alivio!? ;-(

El caso es que la cacareada reapertura de los colegios en la zona recientemente ocupada por el CNDP ha sido un fracaso. El lunes, en el colegio al que fueron más niños se encontraron con 5, en otras 1 o 2, en casi todas, ninguno. ¿Por qué? La gente todavía tiene miedo, mucho miedo. Aunque no se han vuelto a repetir sucesos tan tristes como la masacre del 5 de noviembre, la gente no se repone de un golpe así de un día para otro, y tampoco se habitúa a las nuevas autoridades, (casi todas uniformadas de pies a cabeza), de la noche a la mañana. Los padres expresan el miedo a que sus hijos sean reclutados por la fuerza o que las niñas sean utilizadas como sirvientas o violadas. Ha pasado en los ultimos años a gran escala, y sigue pasando por desgracia ahora. Esta semana salía la entrevista en algunos periódicos ingleses, con un niño de 12 años que ejerce de general Maï-maï, con una crueldad increíble... Como os decía en otra entrada, la gente vive todavía como en tierra "extraña", con desconfianza y angustia especialmente por las noches.

Además, algunas escuelas fueron utilizadas en las últimas semanas como campamentos militares. No resulta un lugar ni tranquilizador ni instructivo.

En la foto 2 podéis ver a Lucien, (el asistente del proyecto de educación) en la EP 3Mashango. Además del robo en el despacho del director ¿deporte nacional? (ver foto 3, donde se ve el boquete en la pared de adobe junto a la puerta) algunas aulas no invitan al estudio.

En la foto 4 y 5 podéis ver las mútiples posibilidades de distracción para los niños: Si miras al fondo de la clase sigues en directo todo lo que pasa en el pueblo, y si miras a la pizarra puedes ver lo que pasa en la clase de al lado...

Se espera todavía que este lunes los padres se animen a llevar a los niños a las escuelas. En cuanto lleguen, distribuiremos el stock que ya tenemos en Rutshuru de cuadernos y bolis para 3.000 niños para que al menos el primer día de clase no se pase con los brazos cruzados...


Cambiando de tema. Lo que más me ha tocado esta semana es ver la situación en la que se encuentra unos 6.000 desplazados a las puertas del cuartel de la MONUC en Kiwanja. Los muros del cuartel son un simple alambre de espino enrollado que permiten a los militares indios ver en directo lo que pasa a su puerta y a los desplazados ver las buenas tiendas de campaña y la cantina de los militares (ver foto 6)

Del lado "civil" o "congoleño", las "casas" (los "bunquers", como os decía hace unos meses) dejan mucho que desear. No hay calles trazadas, y las "tiendas" se agolpan unas con otras intentando aprovechar al máximo el poco espacio de esplanada frente a la base militar. Alrededor de ella, es el único lugar donde sienten una "mínima" (muy muy mínima) seguridad, pues la Monuc vive su vida (salidas esporádicas y dejar pasar los días hasta que ellos también vuelvan a sus casas en India), sin prestarles apenas caso...
En este campo improvisado se encuentran sobretodo los desplazados que estaban en los campos desmantelados el 1 de noviembre en torno a Rutshuru y Kiwanja. Pese a que las nuevas autoridades del CNDP hacen todo lo posible (por las buenas y por las malas) para que se vayan y vuelvan a sus hogares, la situación en sus antiguos (para algunos más de 2 años) pueblos es de inseguridad absoluta pues se encuentran en la zona donde siguen los combates.

Cuando estuve visitándoles el martes, no tenían más que unas letrinas absolutamente llenas (no os pongo la foto pq es muy desagradable). El jueves, las ONG's presentes conseguimos el permiso para que Solidarités (ONG especializada en saneamiento) construyera unas provisionales el viernes.

Tampoco tenían agua, y apenas nada de comida. Como estos desplazados no son residentes reconocidos de Kiwanja, no pudieron aprovechara nada del reparto de comida que se hizo hace 2 semanas. De lo que crece en los alrededores del campo han hecho un pqño acopio de "harricots" (judías pintas) que no da para casi nada cuando se reparte entre miles de personas. (ver foto 7). Esperamos que las autoridades nos den permiso a las ONG's para dar algo el lunes, pero hasta ahora, no aceptan que se haga nada para ellos, porque dicen que si se les dan cosas, luego no querrán volver a sus casas. Yo me pregunto quiénes pueden preferir vivir así en lugar de poder trabajar su parcela y poder dormir en paz entre 4 paredes y no bajo plásticos... ¡Sólo quienes temen perder su vida si vuelven ahora!
Nuestro reto actual es poder convencer a las autoridades del CNDP que las necesidades humanitarias están muy por delante de los intereses ideológicos y/o políticos.

El comité de autogestión del campo estuvo contándonos su situación. Nos reunimos sentados en el suelo en una de esas tiendas que veis (fotos 5, 6 o 7), durante una hora pude escuchar en Kiswahili (con la traducción de Lucien al francés) "sus angustias y sus esperanzas" (cf. la plegaria de misa nº5-c). Entre las primeras, el miedo a la noche, con las indeseadas "visitas" de los militares del CNDP borrachos o malhumorados, que se agarra al estómago más que el hambre. Entre las segundas, las historias de reencuentros entre familiares que habían perdido el contacto tras la huída, o los 8 niños recién nacidos en el campo en estos días.

Sin duda, la historia que más me ha sobrecogido es la de Alivera y su nieto (ver foto 8). Esta mujer no sabe decir cuantos años tiene, pero sí que su hijo (el padre del niño) murió hace 14 meses en combates (creo que era militar, pero no me quedó claro). También nos dijo que su nuera (la madre del niño) falleció hace 2 meses. Ella está totalmente impedida. No se puede desplazar por sí misma más que medio metro con ayuda de sus manos. Son los vecinos, y sobretodo, vecinas del campo, quienes se encargan de sus necesidades básicas. El niño, de año y medio, está siempre alrededor de ella, pero no se puede decir que esté bien atendido. Empezamos las gestiones para que lo acojan en un centro de los salesianos en Goma temporalmente, o mejor, para que una familia congoleña pudiera adoptarlo, pero la abuela se negó en rotundo. Dice que ella ahora tb es como una niña pequeña y desvalida y que si le quitan al nieto, no tendrá ninguna atención ni cuidado. A través de la Cáritas parroquial, hemos decidido montarle una pqña casa al lado del campo y los voluntarios de cáritas se comprometen a hacerle 2 o 3 visitas diarias. Ahora, techo y pan no le van a faltar, pero la situación de ambos me sigue pareciendo tan frágil...

Hace unos días el evangelio hablaba de la viuda que dió 2 moneditas en el Templo. Cuando le llevamos a Alivera 3 kg de arroz y otros 5 de judías, enseguida se puso a repartirlos con las mujeres que le rodeaban. Algunas de ellas son quienes la han transportado a la espalda desde la selva tras la huida. Otras no son desconocidas pero que están en una situación similar a ella.

La foto 9 y última es un pequeño homenaje a quienes no tiran la toalla. Se trata del comité de este campo de desplazados de Kiwanja. Gente humilde y sencilla, que quiere volver a sus casas en lugar de tener que reparar cada día los palos que sostienen el plástico que les cubre. Gente solidaria y asustada. Gente que disfruta de la conversación y que no se regodea en las desgracias, sino que busca siempre indicios para la esperanza...

La escuela no ha empezado todavía para los niños de Rutshuru, pero yo sí he aprendido mucho esta semana con estas familias desplazadas y con las personas que en Kiwanja acogen a otros desplazados en sus casas. Aprender a dar lo que se tiene (Alivera), a bendecir al que se acerca (Comité) a defender los derechos de los desplazados (Lucien), a escuchar a los que necesitan compañía (Soeur Georgette).


El lunes volveremos a Rutshuru con la esperanza de poder distribuir comida en el campo, ropa en los centros de salud y cuadernos en las escuelas. En cualquier caso, creo que como JRS en Rutshuru estamos haciendo un poquito del primero de nuestros 3 verbos-guía: "acompañar, servir y defender" a los desplazados y refugiados.
En mi oración hoy le pido al Señor que nos dé fuerzas y ánimo para perseverar en esta compañía, servicio y defensa de los desplazados.
Y, Señor, que donde no sepamos o podamos dar,
tú sepas enseñarnos a esperar
y a acoger con agradecimiento lo que otros nos dan. Amen

Mungu awabariki, que el Señor os bendiga.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Los "otros" también sufren

Queridos amigos y amigas:
Retomo la entrada que estaba escribiendo. Acabo de perder lo escrito en la última hora y media pero como tenía ganas de contaros algo no me rindo y comienzo de nuevo.
Os escribo desde Goma, ahora ya al caer la tarde. Una tarde tranquila de domingo en la que por primera vez desde hace 4 semanas (cuando se recrudecieron los combates hasta entonces esporádicos) parece que “las armas callaron” en toda la región del Nord-Kivu. Como hay suministro eléctrico “normal” (con esas subidas y bajadas de tensión que destrozan los electrodomésticos), el grupo electrógeno también está callado y deja escuchar el canto variado de los pájaros (gorriones, periquitos, cuervos y un gallo del vecino que tiene el horario cambiado). Disfrutando de la brisa de la tarde, con una temperatura primaveral de 22ºC (siento daros envidia), me pregunto de nuevo ¿cómo es posible que esta tierra sea escenario de tanto sufrimiento?

Como casi todos sabréis, en 1994 en Rwanda, durante unas semanas infernales, 800.000 personas o más fueron asesinadas en una ola de violencia desmedida que se llamó “el genocidio rwandés”. Pero hubo al menos un millón de personas que pudieron huir al Congo. Un nuevo gobierno se impuso en Rwanda, pero a partir de 1996, con episodios especialmente dramáticos en el 98 y en el 2001, la región del Este del Congo fue entrando en una espiral de guerra, que ha dejado ya más de 5 millones de muertos y más de 2 millones de desplazados. Los 200.000 de estas últimas 4 semanas se suman pues a una larga historia de violencia.


En Kibuye (Rwanda), donde estuve desde el pasado sábado haciendo una visita y descansando un poco con el equipo JRS, murieron más de 11.000 personas en el genocidio. El monumento que veis en la foto 1 recuerda este triste acontecimiento de un modo mudo, junto al lago.

El campo de Kiziwa (ver foto 2), a 15 km de Kibuye, alberga ahora a casi 20.000 desplazados del Congo que huyeron en el 96 y sobretodo en el 98. ¡Más de 10 años lejos de su casa! Allí lleva varios años trabajando el JRS con todos los proyectos de educación, formal e informal para los niños y jóvenes. Así pude ver cómo el sufrimiento causado por esta guerra no distingue de fronteras. Desde el desencanto, la falta de oportunidades y de horizontes de los refugiados congoleses en Rwanda muchos jóvenes encuentran motivos para incorporarse a las filas del grupo CNDP del general Nkunda que está ocupando ahora Rutshuru. Otros que han tenido que huir de Rutshuru estos días, se incorporan a los grupos maï-maï y siguen alimentando así el fuego. De este modo el sufrimiento de ayer y de allá está causando el sufrimiento de hoy y de aquí, y es posible que éste sea causa de otros en el futuro. Desde mi estanciá "allá", en Kibuye, se me quedó grabada esta pregunta: ¿Cómo parar esta espiral de violencia y odio? Sin duda no será fácil, pero es necesario ¡y posible! abrir un camino para una paz estable y duradera.

Sigo convencido que este camino, (que posiblemente necesita de la intervención “efectiva” de la MONUC y/o de otras fuerzas internacionales para la primera desmilitarización), sólo se abrirá paso a través de una educación de calidad y para todos los niños y jóvenes que están sufriendo ahora esta guerra...

Mañana por la mañana, las escuelas de Rutshuru reabren sus puertas. Pero muchos niños (y posiblemente profesores también) no entrarán. Unos, porque siguen a 30,40 o 100km de ellas, sobreviviendo en la sabana-selva o en las pequeñas localidades del norte donde huyeron con sus familias. Otros, porque sus padres no les dejarán ir por miedo a que sean "enrolados" por el nuevo grupo militar que gobierna ahora el territorio. Otros muchos, simplemente pq no tienen los medios para pagar el 1$ mensual que piden las escuelas para pagar a los profesores (3$ o algo más para las escuelas secundarias)... Junto con Lucien y Prosper, (asistente y chofer del proyecto, respectivamente), intentaremos ir mañana allí para ver cuántas escuelas abren y cuántos alumnos tienen y cuáles son las necesidades más urgentes.

Hace unos días "celebrábamos" el Día internacional de la infancia. Los unos y los otros... A un lado y otro de la "Grande barrière"... Tanto los niños de Kiziwa-Rwanda (ver foto 3) que siguen las noticias por la radio de lo que pasa en su tierra (que todavía no conocen), como los niños de Rutshuru-RDCongo(ver foto 4) que se reponen de sus heridas y fracturas en una sala de un centro de Salud de Kiwanja, tienen derecho a jugar, crecer y luego trabajar en paz en su tierra. Se trata de darle la vuelta a la situación (ver foto 5) para que donde hay odio y desplazamientos, haya perdón y reconciliación.



El proyecto JRS de ayuda de emergencia en Rutshuru ya está listo sobre el papel, con los apartados que os comentaba en la última entrada: escuelas, centros de salud y vulnerables (sobre todo mujeres). Ahora se trata de ver qué respuesta dar y cómo sobre el terreno, en la situación en la que se encuentren las escuelas, los enfermos y las personas que vuelven a sus casas después de semanas fuera. Además de este proyecto, nos gustaría poder continuar con el proyecto general de apoyo a las escuelas de primaria y comenzar el nuevo proyecto de apoyo a algunas escuelas secundaria. Como algunos todavía me habéis escrito preguntando, os recuerdo que Entreculturas, ONG de la Compañía de Jesús, ha abierto una cuenta de apoyo a JRS en Congo (Banco Santander: 0049-0496-83-2010197161). Otras ONG's tb han hecho lo mismo.

Se me ha hecho tarde y no voy a reescribir el episodio del autobús africano... Lo dejo para la próxima entrada...
Lo que no puedo dejar de hacer es comentar el evangelio de hoy desde lo que vivimos aquí. Jesús nos dice sencillamente que el Juicio final no será ni un "sorteo", ni una "sentencia", sino la sencilla manifestación de lo que hemos ido haciendo y viviendo cada día. En el hambriento, el sediento, el desnudo, el enfermo y el desplazado, Él mismo nos sale al encuentro. En la respuesta que demos nos "jugamos" la calidad de nuestra humanidad y el valor de nuestra vida.
Señor, enséñames a reconocerte y acogerte en el "otro" como un hermano, cada día.

NOTA FINAL: Perdonadme que hoy haya escrito rápido y mal queriendo rehacer lo que se perdió en el "ciberespacio". Al menos, me ha servido para darme cuenta de lo mal que sienta y lo que cuesta tener que volver a empezar de cero...
A otra escala mucho más dura, ¡este volver a comenzar, frustrados y cansados, es lo que viven las familias que ahora están en Rutshuru y Kiwanja queriendo recuperar la normalidad!

lunes, 17 de noviembre de 2008

Desplazados entre las casas de su propia ciudad

Queridos amigos y amigas:
De nuevo saco un rato para contaros lo que estoy y estamos haciendo y viviendo desde el JRS Goma. Sé que muchos de vosotros estáis siguiendo con atención todas las noticias que comienzan a salir en los medios de comunicación sobre esta guerra olvidada en el Nord Kivu. No son muchas en comparación con las del batacazo del Madrid en Pucela, pero poco a poco van haciendo llegar a la sociedad española la realidad que se vive en esta región. Por eso, aquí solo os hago una síntesis muy breve y subjetiva de la situación actual:
En Goma, hay una normalidad relativa, con vida “normal” (comercios, escuelas y otras actividades en funcionamiento), pero con la tensión permanente de saber las tropas del CNDP a 15km de la ciudad. Personalmente, no creo que intenten un asalto en las próximas semanas, pues excede su capacidad e interés actual, pero me puedo equivocar…
En Rutshuru, hay una calma muy frágil. Estuve allá el pasado jueves y viernes y de ahí saco el título de esta entrada: la gente se encuentra desolada, triste, hambrienta y asustada como lo están los desplazados que llegan a un campo de acogida después de varios días de marcha, de sueño y de hambre. Aunque estén en sus casas y en su ciudad, la situación les resulta bien distinta: “desplazada”. Ahora son otros militares los que se pasean por las calles, hay nuevas autoridades, nuevas consignas, y las casas tienen las despensas vacías después de los asaltos (“pillajes”) que recibieron de los soldados de las FARDC en su retirada, y de los Maï-maï en su ataque irracional de hace 10 días a la ciudad y que dio lugar a la reacción inhumana del CNDP de matar casa por casa a los jóvenes que encontraron, (ver entradas anteriores).
Como una imagen vale más que mil palabras, os dejo esta foto (1) de los niños jugando sobre un pequeño jeep militar de las FARDC quemado en los combates. Yo creo que no era este el coche que pidieron a los Reyes Magos el año pasado… En cualquier caso, mientras las escuelas sigan cerradas los niños aprenderán de la realidad más cercana (¡!)

En segundo lugar, os presento una foto (2) de una familia acogida en el Centro nutricional de las hermanas pallotinas. Cuando las familias consiguen reunirse y comer algo, la alegría inunda la sala. No hace falta mucho más: paz y pan (fufú de mandioca en este lugar), para comenzar a vivir con alegría. Por desgracia, esta imagen es una excepción todavía. Pero como es el sueño de muchos, y la realidad que comienza, no puedo dejar de presentarla.
Son muchas las familias que todavía no han podido reunirse después de la huida hacia el norte. Mi profesor de Kiswhili, Faustin, tiene a su esposa y su hija de año y medio en Rutshuru, mientras él todavía no ha podido regresar de Nyamilima (a 40km al NE), por miedo a las represalias que amenazan a los varones jóvenes. El tiene 35 años, y os aseguro que pocas personas tan pacíficas, en cada mirada y gesto, he visto en mi vida...
La cocinera de la parroquia, lleva 12 días buscando a su hijo de 5 años que desapareció. Parece que algún vecino/a lo tomó en la huida precipitada hacia Kanyabayonga
para protegerlo de los combates, mientras su madre estaba en el trabajo. El problema es que el vecino no tiene móvil ni está localizable. Imaginaos la angustia. Charline, (así se llama), no puede ocultar las lágrimas cuando le pregunto que tal está.
Por último, Ernestine, la "mama" que enseña a los vulnerables a construir mochilas con cintas de plastico de envalar (ver entradas anteriores) tuvo que desplazarse también, pero gracias a Dios, pudo ir con su marido y sus 5 hijos. Gracias a la mediación del cura de Nyamilima, (a quien le fié telefónicamente 100$ para emergencias), pudo conseguir los 10$ para volver todos juntos en camión (sobre la carga, que es el modo de transporte habitual acá) y otros 10$ para poder comenzar a comer algo. Su casa fue totalmente desvalijada por los maï-maï mientras todavía estaban en ella... Su sufrimiento pasado, ahora se ha transformado en ganas de trabajar, de volver a retomar el taller de "mochilas y canastos" artesanales y ayudar a los vecinos que lo pasan peor...

La foto siguiente (3) es una que me gusta especialmente. En el Centro de salud de Mapendo ("amor") en Kiwanja, son varios los padres jóvenes que se encontraban con sus hijos en brazos esperando una atención médica y algo de nutrición complementaria... ¡Para que nadie diga que los varones no son (somos) capaces de ternura y de cuidado de la vida! El problema es cuando la cultura de la violencia y la venganza se va imponiendo a la fuerza entre la población. Pero si a un padre se le deja ser padre, y no se le recluta con un fusil para hacer la guerra, puede ser un signo de esperanza incréible.




Todo esto sin negar que las mujeres tienen una fuerza especial, un valor extraordinario que se manifiesta de un modo ordinario. Si no, no se explica la serenidad y generosidad que mostraba la Hmna María (Presentación) en sus declaraciones ayer al llegar a España (¡qué alegría, saber que está ya allí, cuidadad por sus hermanas!). En esta foto (4) os presento a 3 de las 4 religiosas polacas que han decidido quedarse en Rutshuru para acompañar a la gente. Son 2 congregaciones diferentes (ver edad y hábito) pero una respuesta común: "¡Nos quedamos!" Para mí es un testimonio increíble de fidelidad en el amor a la gente... Su sonrisa viene de contemplar a la joven mamá jugar con su hija en su casa (foto 5). Es cierto que parece más hábil para cuidar a la peque que el joven papá de la foto anterior, pero la ternura es la misma. Y la esperanza en un futuro distinto para ella ¡también!

Antes de hablar de futuro, os cuento brevemente que el proyecto de JRS para acompañar y ayudar en la emergencia va cobrando cuerpo. Gracias a la generosidad de Entreculturas que canaliza la vuestra (ver cuenta en la entrada anterior), sabemos que contamos con un fondo para algunas intervenciones. La foto 6 muestra la llegada el viernes de los primeros lotes de comida para las familias de Kiwanja y Rutshuru. Graicas a Dios, la población de estas dos localidades va a ser atendida como desplazados, aunque sigan en sus casas. No pueden salir a los campos a recoger lo que cultivaron hace 2 meses y los camiones de suministro normal de alimentos no pueden atravesar las líneas. El PAM (Programa Mundial de Alimentos) ha conseguido llevar un convoy de comida y piensa enviar otros en las próximas semanas.

Hay otras ONG's que están haciendo "milagros" para volver a abastacer de agua a las dos poblaciones (las tuberías fueron cortadas, ¿saboteadas?, durante los enfrentamientos); otras se dedican a los auxilios sanitarios de urgencia... ¿Y nosotros, ¿qué?
Pues acabamos de terminar un borrador de proyecto de emergencia en 4 líneas:

1) apoyo a los profesores y alumnos para retomar las clases (comida y material didáctico). Cuánto antes comiencen las actividades escolares, mejor para todos y prevención de nuevos reclutamientos de niños y adolescentes para los grupos armados;
2) apoyo al personal sanitario que sigue trabajando ahora sin cobrar siquiera el mini salario habitual. El nuevo administrador ha impuesto la gratuidad total de los servicios médicos, impidiendo cobrar el dolar habitual por prestación, pero sin dar nada a cambio a los enfermeros y demás para pagar siquiera los medicamentos;
3) rehabilitación de salas de clases de las poblaciones que regresan a sus casas (que ya no están en el frente de batalla según el nuevo mapa administrativo y militar). Por desgracia algunas escuelas fueron arrasadas o utilizadas como puesto militar, utilizando los pupitres como leña y las clases como "establo";
4) y por último, distribución de ropa para mujeres y niños más afectados por los desplazamientos… Es algo que no parece urgente, pero es una manera de devolver a las mujeres (coquetas como en todas partes) un poco de su dignidad y de ganas de volver a empezar, y a los niños de permitirles cubrirse un poco pues sus ropas son siempre algo se deja para el final. Nosotros queremos que sean los primeros en recibir algo más que olvido.
A eso se destinará la cuenta de emergencia. Luego, desarrollaremos más el proyecto, sobretodo, en la línea de apoyo a las escuelas y las actividades escolares.

Igual que en la foto 7, la gente espera pacientemente la distribución de judías y harina, tengo la impresión de que la gente espera también la vuelta al cole, al campo, a casa, a la vida normal. Nuestro objetivo es acompañarles en este camino difícil. Por eso, intentaré volver el jueves a Rutshuru para poner en marcha este proyecto.

Ahora estoy en Kibuye (Rwanda) en la casa de otro equipo JRS en el último día de un mini descanso que me he tomado desde el sábado. Mañana vuelvo a Goma. Desde el borde del lago, el pasaje del evangelio de hoy, en el que Jesús camina sobre las aguas en medio de la tempestad e invita a Pedro a venir con él, tiene especial fuerza:

"Señor, que en medio de las dificultades,
de los intereses egoistas,
del sufrimiento inocente,
pueda fiarme de Ti,
y que donde yo no vea camino, ni esperanza,
pueda confiar en tu palabra
para poder encontrarme con mi hermano/a
más allá de las diferencias y distancias. Amen"

A todos vosotros, GRACIAS por vuestro apoyo y solidaridad con este pueblo. Un gran abrazo de paz. Mungu awabariki